El Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE) desestimó el viernes el recurso de nulidad presentado por la oposición contra la declaración que dio como ganador de los comicios de noviembre pasado al presidente Juan Orlando Hernández.

Las autoridades electorales declararon "sin lugar" las medidas de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura (izquierda) por falta de pruebas, según explicaron en un comunicado.

El candidato opositor, el presentador de televisión Salvador Nasralla (64 años), avanzó a la televisora HCH que interpondrá un nuevo recurso ante la Corte Suprema de Justicia para agotar todas las instancias.

"Este tribunal (el TSE) solo demuestra que es un organismo muy bien pagado por el presidente" Hernández, declaró.

El procedimiento de nulidad fue presentado el 26 de diciembre de 2017, cuando se cumplió un mes de los comicios, por "fraude en la suma de votos, alteración y falsificación de actas" del escrutinio.

Estas presuntas irregularidades "se han traducido en la suplantación de la soberanía popular a su legítimo vencedor", según alegó entonces el coordinador de la alianza opositora, el expresidente Manuel Zelaya, derrocado en 2009.

El partido de Nasralla también pidió a principios de diciembre la anulación de las elecciones por "fraudulentas".

Una delegación de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió hace unas semanas que "el estrecho margen entre los votos obtenidos por una y otra candidatura, así como las irregularidades, errores y problemas sistemáticos que rodearon esta elección no permitieron a la misión tener certeza sobre quién fue el ganador".

- Más protestas -
El TSE declaró ganador por poca diferencia a Hernández (49 años), del Partido Nacional (PN, derecha), tres semanas después de las elecciones.

La postergación del anuncio de los resultados avivó las denuncias de fraude y el país se sumió en un espiral de violencia y disturbios.

El primer conteo de la noche electoral dio como ganadora la candidatura opositora, con cinco puntos de ventaja y el 57% de los votos escrutados.

Pero, después de que el sistema de cómputo sufriera posteriormente frecuentes interrupciones y fallos, el TSE terminó dando la victoria al mandatario con 42,95% de los sufragios, frente al 41,42% de Nasralla.

Miles de simpatizantes de la oposición tomaron las calles de las principales ciudades y bloquearon carreteras del país durante varias semanas, reclamando la victoria de su candidato. Durante las jornadas de protesta también hubo saqueos e incendios de tiendas.

Según organismos de derechos humanos, los choques entre manifestantes, policías y militares dejaron más de 30 muertos.

Una veintena de países, incluyendo Estados Unidos, ha reconocido a Hernández como presidente electo, que gobernará hasta 2022. La toma de posesión está prevista el 27 de enero en una "ceremonia sencilla".

La oposición anunció a principios de enero un mes de manifestaciones en contra de la juramentación del mandatario.

Como parte de este plan, Nasralla ya informó que el sábado encabezará una marcha en la ciudad de San Pedro Sula (norte).

La candidatura de Hernández fue cuestionada por otro lado porque la Constitución prohíbe la reelección, pero un fallo del Tribunal Constitucional derogó la medida tras un recurso presentado por sus simpatizantes.